Sobre mi



Mi nombre es Marita y amo el mundo literario!

Nací una madrugada del 15 de Octubre del año 1993 en una ciudad al sur de Chile llamada Temuco (en Mapudugün significa agua de temo) en el seno de una familia cristiana-Mapuche. Mi infancia transcurrió entre 5 hermanos y mucho alboroto campesino trillas, siembras e inviernos muy crudos. Mis padres José y Juana, eran dos jóvenes aventureros que decidieron probar suerte en una comunidad ubicada al noroeste de Temuco, recuerdo ese día cuando nos mudamos de comunidad y casa ¡fue de locos! porque de estar feliz y muy parlanchina, me enferme en un abrir y cerrar de ojos, y como si el cielo estuviese triste por mi salud; comenzó a llover "a cantaros" tanto que mamá se desesperó y olvidó donde había puesto la vajilla delicada, alguien azotó la caja por error y ¡adiós vajilla! 
En fin, en la nueva comunidad iniciamos nuestra vida de "niños ejemplares"; ir al colegio, obtener buenas calificaciones, ir a la iglesia, obedecer a nuestros padres y tener buena conducta en todo tiempo. Debía ser así, pero en la realidad éramos unos niños "emberrinchados", peleábamos por los juguetes, olvidábamos nuestros chalecos en el colegio y de vez en cuando mamá tenía cita con el inspector donde reprochaban nuestro comportamiento de niños "no tan ejemplares".
Sin embargo con nuestra caótica infancia y muchos recuerdos no tan "sabrosos"; atesoramos (especialmente yo) el día que mamá me leyó por primera vez un cuento. No era el típico cuento de niños, al contrario era un tanto complicado de comprender para una niña de 4 años, sin embargo amé esa historia, y con eso me refiero a El árbol un relato de Maria Luisa Bombal (la escritora favorita de mamá). Posteriormente papá nos leyó muchas historias de la biblia y en cada una de ellas puedo decir que ¡aluciné con tantas maravillas! mi imaginación de 5 años no daba abasto para tantas cosas increíbles que englobaba cada una de esas historias. Aprendí a leer rápidamente y al llegar al colegio me sentí una chica avanzada en todo lo que fuera lectura y escritura, cálculo me costaba, pero mi esfuerzo tenía sus recompensas. 
Por mis manos pasaron muchos libros, incontables poemas, relatos, cuentos y todo lo que fuese escrito en castellano, era mi pasatiempo favorito. A los 8 años me aventuré escribiendo mi primer poema, una obra corta de 5 estrofas donde plasmé mi amor por el otoño y la danza interminable de hojas doradas y castañas. Tras aquel primer escrito, vinieron muchos más. Y con el tiempo fui puliendo mi bagaje lingüístico, mi obsesión por las palabras rebuscadas y correcta pronunciación. 
Actualmente soy una asidua lectora y apasionada escritora de poemas, cuentos y relatos breves.  
Estoy casada con un hombre extraordinario (Mi Joshua) y afanado lector de todo aquello que contenga un largo, extravagante y maravillosamente descriptivo texto de historia y teología.
Somos unos románticos que aún con nuestro gran afán de coleccionar palabras rimbombantes y momentos rosas con sol radiante, no encontramos las metáforas exactas para describir el profundo y eterno amor que sentimos el uno por el otro. Somos dos locos que danzamos al son de la misma sinfonía y reímos a carcajadas por aquellas cosas que solo nosotros sabemos que tiene sentido. De este lado de la eternidad somos compañeros de vida y compartimos una pasión que cuando la realidad se vuelve tediosa, nos guía a un Soberano protector que nos aconseja con sabiduría. Compartimos la pasión por escribir y dejar un breve relato de nuestra existencia, que tal vez un forastero cansado, pueda leer y pensar en esos dos locos soñadores y muy romanticones, que en los libros descubrieron mundos fascinantes y escribieron de sus aventuras, en agendas u hojas sueltas de oficinas, que más tarde se transformaron en libros.


Comentarios

Entradas populares de este blog

Muchacha

Un trozo de tiempo (poema)

Aroma café